El autismo infantil es un trastorno del desarrollo que afecta la capacidad de un niño para comunicarse, interactuar socialmente y comportarse de manera flexible. Los síntomas del autismo infantil suelen aparecer antes de los 3 años de edad y pueden incluir retrasos en el habla y el lenguaje, comportamientos repetitivos y rigidez en las rutinas, pero estamos viendo en estos tiempos, diagnósticos demasiado tempranos, o en otros casos niños /as que se los diagnostican por su manera de comportarse dentro de un entorno, poco favorecedor para cualquier niño.
Se cree que el autismo infantil es causado por una combinación de factores genéticos y ambientales, pero importante que los padres y/o los cuidadores estén atentos no solo a los signos que se manifiestan, sino también a sus propias responsabilidades como padres, que en ocasiones en tiempos modernos no se dan, como ser, estar con el hijo, acompañarlo, escucharle, hablarle, mirarlo, dedicarles nuestro tiempo, jugar con el.
Se plantea como único objetivo el tratamiento en base a distintas terapias, pero nosotros como papas y mamas debemos ayudar al niño a desarrollar habilidades sociales y de comunicación y a adaptarse a su entorno de manera más efectiva, como ser en plazas, clubes, espacios de juegos, cumpleaños, etc.
Aunque el autismo infantil no tiene cura, porque no es una enfermedad, es una manera diferente de relacionarse con “nuestro entorno”, que por lo general le resulta hostil, muchos niños pueden hacer grandes avances en su desarrollo y llevar una vida plena y satisfactoria poniéndoles a su disposición no solamente una batería de terapias, sino también brindándoles nuestro tiempo y mirada como padres.
Cada niño con diagnostico de autismo es único, y tiene habilidades propias y desafíos diferentes, como todos los niños, por esto no debemos encasillarlos simplemente en ” el diagnostico”. Nosotros como terapeutas debemos activar mecanismos pueden ayudar a reducir el estigma y a mejorar la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias.
Nota escrita por Leo Canaparo Coordinador de la Asociación