EL 3 de diciembre se conmemora el Día internacional de las Personas con Discapacidad, este año bajo el lema que proclamó la Unesco: “Reconstruir mejor: hacia un mundo inclusivo, accesible y sostenible después del COVID-19 por, para y con las personas con discapacidad”.
En estos meses, desde que empezó la pandemia y quedamos inmersos en la “cuarentena” más larga de la historia, hemos tenido la oportunidad de compartir el día a día de las personas con discapacidad y sus familias. Los 15 días de cuarentena se convirtieron en 30, luego en 60 y así hasta llegar al día de hoy donde la incertidumbre nos invade y preocupa.
Y nos encontramos con un Estado con organismos ausentes o insuficientes en su presencia y atención real.
Algunas observaciones: Niños, jóvenes y adultos obligados a quedarse en sus casas, muchos de ellos y ellas sin estrategias o no las adecuadas, por parte de los equipos de profesionales, establecimientos educativos y de salud para sobrellevar la situación de manera conveniente. Muchas familias también preocupadas -con razón- por saber si las obras sociales pagarán las prestaciones -y en el caso de pagarlas, cuando…
En este contexto, nos estamos acostumbrando a escuchar a la política y sus efectores hablar de Inclusión. Pero…. Hacen realmente inclusión? Es sólo discurso? Cuáles son las políticas?
Porque lo primero que debemos saber acerca de la inclusión, es que contamos en nuestro país con legislación que garantiza los derechos humanos de todas las personas con diversidad funcional. Pero la legislación sin acción en cada acto cotidiano, pierde sentido. Y para que suceda la inclusión, se deben articular, organizar y coordinar todas las estructuras de salud, educativas, culturales, recreativas, siendo partícipes todas las personas, con y sin discapacidad.
Sabemos que se continúan negando los ingresos a niños y niñas a una escuela común. Existe inclusión cuando se siguen programando eventos “especiales” para personas con diversidad funcional?
Podemos decir que existe Inclusión cuando las personas con discapacidad pasan la mayor parte del tiempo en terapias, entre cuatro paredes, sin contar con apoyos para la vida diaria y sin ser considerados por parte de profesionales el contexto socio familiar y su etapa vital? Inclusión sin atención de la salud es posible?
En Tercer Tiempo nos proponemos cada día, crear y habilitar espacios convencionales de juego, deporte y recreación para los niños, niñas y jóvenes con diversidad funcional y hacerlos universalmente accesibles y participativos. Nuestra misión es Ir hacia una comunidad donde primen los valores de convivencia y buenas prácticas con una perspectiva de inclusión social y donde pueda liberarse el potencial y talento de las personas con diversidad funcional.
Nos vamos abriendo camino, derribando barreras actitudinales especialmente, habilitando espacios para la convivencia, presenciales y durante esta pandemia de manera virtual. Desafiando miradas patologizantes de las personas con diversidad y/o desafiando miradas que aparentan ser inclusivas.
Creemos que el 3 de diciembre es un día como otros, un día en el cual acompañamos a mucha gente resistiendo y/o sufriendo y/o batallando para poder acceder a su derecho: SER UN CIUDADANO Y PODER PARTICIPAR DE TODAS LAS ACTIVIDADES SOCIALES, EDUCATIVAS, LABORALES, EN IGUALDAD DE CONDICIONES Y OPORTUNIDADES.
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