La importancia del juego en casa

Este momento que estamos atravesando en el mundo puede ser en una oportunidad para reflexionar sobre nuestra relación con los niños y niñas en casa, sabiendo que Si bien no “estamos obligados” a no salir de casa, tenemos la responsabilidad social de cumplir con las normativas establecidas, que nos benefician a todos.
En situaciones como esta cada uno debe recibir lo que necesita. Y es un gran desafío para los adultos, recordar a nuestro niño interior, solicitar ayuda, buscar estrategias para que este tiempo sea gratificante y de aprendizaje para todos.
Si hablamos del juego debemos remontarnos a épocas ancestrales como las de Heraclito o Platon, filósofos que ya hacían referencias a las actividades lúdicas tanto en niños como en adultos. Es decir, analizar el jugar o la actividad de juego no es algo que se comenzó a tener en cuenta hace poco tiempo. Entonces, debemos considerar, ¿Cuál es la mirada en general del juego?
En nuestros días sigue dando vueltas algo que viene desde época remotas (por suerte cada vez menos) que la actividad de jugar está asociada con un pasatiempo, una mera distracción porque no se hacen “cosas importantes”. Es que en nuestra educación social, moral y religiosa – no importa el culto que profesamos – desde niño nos educan para el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio y entonces el divertimento, el ocio, el “jugar por jugar” es la antítesis de esa educación ancestral.
Y curiosamente, al contrario de lo que muchos podemos pensar, en esta sociedad actual, con tantos estimulo y actividades diarias, el niño no nace sabiendo jugar, no sabe cuál es el límite entre juego y no-juego. Muchos padres piensan, “déjalo que va a jugar solito”, y esto es un error.
Debemos estar al lado de ese niño desde el primer día de vida jugando con él. El primer juego corporal es con la madre durante el amamantamiento y desde allí en cada etapa evolutiva debemos acompañar en los distintos juegos, con los objetos, con el otro., porque la importancia del juego en el niño es trascendental. Un niño que no juega atravesara esa etapa de la vida con un faltante que perjudicara su adolescencia y tendremos un adulto incompleto.
Porque jugar TIENE MUCHAS COSAS buenas.
Construye creatividad, imaginación
Promueve la actividad física, la descarga de energía y la recreación
Brinda cultura. El juego es un aprendizaje constante.
Nos da tiempo de ocio, tan necesarios para descansar nuestra mente
Genera expresión con palabra o gesto
Da autonomía ya que un niño empieza a ser el mismo
Conexión con el otro para aprender y referenciarse
Promueva la participación y la socialización
Es por esto y muchas cosas mas que tenemos, nosotros los adultos, que “vigilar” y ser garantes de que nuestro niños jueguen y tengan un espacio y un tiempo para hacerlo y desarrollarlo, ya que como dijo el maestro italiano Francesco Tonucci “ EL JUEGO ES PATRIMIONIO DE LA INFANCIA”
Prof. Leo Canaparo
Coordinador Juego y Deporte Tercer Tiempo