En una hermosa jornada de sábado festejamos el” Día de la Primavera” rodeados de sol, al aire libre y con mucha diversión.
Jugamos al fútbol, hicimos carreras de postas, y lo más importante tuvimos otro día de compartir con amigos un momento alegre y de lindo recuerdo. Realizamos unas hermosas macetas de flores con telgopor y otros materiales que los chicos colorearon y armaron para regalar a sus familias.
La importancia de pasar un día con amigos es fundamental, porque estar con un par abre muchas posibilidades de aprendizaje, conocimiento y vivencia compartida.
Todos sabemos que los niños y niñas con algún diagnóstico de diversidad funcional (autismo, TGD, etc.) suelen tener menos amistades que sus pares neurotípicos. Entablar relaciones es más difícil para ellos ya que reciben menos reciprocidad y el vínculo emocional, en muchos casos, está reprimido o no aparece.
Los niños y niñas con autismo pasan más tiempo a solas o en grupos sociales más pequeños, en especial “grupos terapéuticos”, que son grupos no creados por ellos, es decir comparten propuestas con niños que no decidieron hacerlo, o mejor dicho, con amigos “que no son” tales. A estos niños les puede ser muy difícil comunicarse con otros, hacer amigos y por lo tanto, compartir momentos placenteros.
Lo importante que se vive todos los sábados en Tercer Tiempo, es que los niños y niñas piden ir al encuentro, piden estar allí, y preguntan por el compañero que faltó. Es decir por un lado hay demanda y por el otro hay deseo.
Muchas veces las familias se olvidan de estas dos cosas tan importantes, queda todo tapado por el diagnóstico, por esa necesidad imperiosa de búsqueda de sanación, y nos olvidamos de vivir cada pequeño momento, cada situación de diversión y placer.
Por esto en Tercer Tiempo pensamos que los festejos, como el de la primavera suma un momento más en este camino para reencontrarnos con el disfrute, con los momentos felices y con un amigo junto a nosotros.
